Dado que uno de los objetivos de la creación del protocolo de gestión de faltas a la Integridad Académica es otorgar justicia, equidad y transparencia al proceso, resulta fundamental contar con espacios colegiados dentro de las facultades que se encarguen de la gestión de casos. Es importante contar con la o el director de pregrado (o postgrado) como representante de la unidad académica, un representante de Asuntos Estudiantiles dada su mayor cercanía con el estudiantado y la persona que ocupa el cargo de secretario académico en su rol de ministro de fe.