La Integridad Académica forma parte de la misión de la Pontificia Universidad Católica de Chile y significa actuar con los valores de honestidad, veracidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad en todos los ámbitos que involucra la formación universitaria. Se espera que todos los miembros de la comunidad UC actúen de acuerdo a estos valores siendo modelos para su entorno.
La Integridad Académica es sustancial para la formación de personas que, a través de su servicio, buscan impactar positivamente en la sociedad.
“Expresarnos siempre con honestidad, actuando con rectitud y en coherencia a como se piensa y siente”
“Expresarnos con veracidad, reconociendo la verdad en lo que decimos y practicamos”
“Fortalecer los lazos de confianza, abriendo espacios para el intercambio libre de ideas”
“Ser justos, claros y transparentes, para fortalecer espacios de equidad”
“Ser respetuosos con nosotros mismos, los demás y su trabajo, valorando la diversidad de opiniones”
“Hacernos responsables por nuestros actos, aceptando las consecuencias”
La Política de Integridad Académica UC surgen a raíz del trabajo conjunto entre académicos, estudiantes y profesionales de la comunidad UC, cuyo propósito es aportar a la construcción de una cultura de Integridad Académica, instalándola como uno de los pilares formativos de nuestra Universidad. En octubre de 2020 es aprobada la política por el Honorable Consejo Superior, consolidándose su institucionalización mediante Decreto de Rectoría N° 309/2020.
La política se ha abordado desde un modelo centrado en la formación, lo que implica desarrollar acciones que nos permitan promover la importancia de la Integridad Académica como pilar formativo, prevenir la ocurrencia de faltas a la Integridad Académica en los procesos de enseñanza-aprendizaje y actuar frente a éstas de manera oportuna y transparente, como parte del proceso formativo del estudiantado. Para ello, se han establecido tres líneas de acción:
Integra todas aquellas estrategias orientadas al diseño de lineamientos formativos a nivel institucional, que contribuyan a fortalecer la Integridad Académica en los procesos de enseñanza-aprendizaje, para una formación integral de los y las estudiantes. Se busca con ello favorecer su aprendizaje y valoración, así como el desarrollo de habilidades transversales, que aporten al desarrollo de una práctica académica íntegra, como medida preventiva a la ocurrencia de faltas y oportunidades de realizar acciones que transgredan la Integridad Académica.
Integra todas aquellas estrategias orientadas sensibilizar a la Comunidad UC sobre la importancia de abordar la Integridad Académica en la formación de los y las estudiantes, así como informar y sociabilizar las iniciativas en este ámbito en todas las esferas de la Universidad. A través de la gestión comunicacional se espera crear puntos de encuentro que permitan aunar criterios, y así generar y mantener el compromiso de todos los actores institucionales en la promoción de la Integridad Académica como pilar fundamental de la formación y así contribuir a generar aprendizajes que permitan asignarle valor y prevenir acciones que vayan en contra de la Integridad Académica.
Integra todas aquellas estrategias orientadas a actuar frente a la ocurrencia de faltas a la Integridad Académica. Ello implica la instalación de una serie de lineamientos y mecanismos a nivel institucional que contribuyan a abordar de manera oportuna y transparente las faltas a la Integridad Académica, favoreciendo procesos de seguimiento, sistematización y evaluación que aporten a la mejora continua del proceso formativo del estudiantado. Se busca que dicho proceso tenga un énfasis formativo, que asegure que los y las estudiantes internalicen las consecuencias de sus actos y valoren un comportamiento honesto como sello distintivo de su aprendizaje.
Asimismo, se busca que en dicho proceso se explique a los estudiantes el fundamento y sentido de las sanciones que están previstas para las faltas a la integridad académica, como parte del aprendizaje que deben realizar respecto a la responsabilidad sobre sus actos.
La Integridad Académica se ha abordado desde un modelo centrado en la formación, concibiéndola como pilar fundamental en la formación de los y las estudiantes. Ello implica la formación integral del estudiantado conforme al Perfil del egresado y egresada UC, considerando tanto la formación en valores como en habilidades clave para el aprendizaje universitario, tales como; discernimiento ético, pensamiento crítico, creatividad e innovación, resolución de problemas, comunicación efectiva y, colaboración y trabajo en equipo. De esta manera, se espera favorecer el desarrollo de una práctica académica íntegra en miras a la formación de buenos profesionales y ciudadanos, que hagan un aporte positivo a la sociedad.