Dado el sello formativo que tiene el nuevo modelo de Gestión de Faltas a la Integridad Académica, resulta fundamental que todas las situaciones que levanten sospechas sean notificadas al Comité para su gestión y debido registro. Gestionar estas conductas es parte fundamental de la formación ya que con el protocolo se busca fomentar la responsabilidad y también la reflexión en torno a las repercusiones para el aprendizaje que conlleva cometer una falta a la integridad académica. Junto con ello, mediante el debido registro se podrá contar con información para el desarrollo de estrategias preventivas más focalizadas.