Es el valor que nos exige responder ante otros y ante nosotros mismos, cuidando a quienes o aquello que está a nuestro cargo, previniendo daños, aceptando las consecuencias de las propias acciones y estando dispuestos a rendir cuentas de modo transparente. Cultivar la responsabilidad significa aprender a reconocer y evitar participar en actos que atentan con los principios y valores colectivos. La Integridad Académica se sustenta en la responsabilidad individual y compartida.
“Expresarnos siempre con honestidad, actuando con rectitud y en coherencia a como se piensa y siente”
“Expresarnos con veracidad, reconociendo la verdad en lo que decimos y practicamos”
“Fortalecer los lazos de confianza, abriendo espacios para el intercambio libre de ideas”
“Ser justos, claros y transparentes, para fortalecer espacios de equidad”
“Ser respetuosos con nosotros mismos, los demás y su trabajo, valorando la diversidad de opiniones”