Es el valor que nos mueve a actuar con rectitud y probidad, desarrollando la capacidad para tomar decisiones éticas incluso a un costo personal. La Integridad Académica depende de la honestidad intelectual y personal de todos y cada uno de los actores que participan de la formación universitaria, sentando las bases para la integridad a lo largo de la vida.
“Expresarnos con veracidad, reconociendo la verdad en lo que decimos y practicamos”
“Fortalecer los lazos de confianza, abriendo espacios para el intercambio libre de ideas”
“Ser justos, claros y transparentes, para fortalecer espacios de equidad”
“Ser respetuosos con nosotros mismos, los demás y su trabajo, valorando la diversidad de opiniones”
“Hacernos responsables por nuestros actos, aceptando las consecuencias”